Esta situada en el típico y popular barrio de los Cerrillos, en la calle de Santa Susana, a mitad de camino de la Ermita de la Virgen de Gádor.

     Su origen es milenario, y ya aparece citada por Pascual Madoz (1.850-1.850), como "Fuente de la Almés", y popularmente se conoce también como "Fuente del Almez". Algunos años más tarde el antiguo barranco de su nacimiento fue transformado en la obra de piedra que hoy conocemos, a finales del reinado de Isabel II (1.866).

     Cuenta con un pilar de piedra muy sencillo y un cuerpo, en el que se sitúan dos caños rematados por un curioso frontón. Tiene hermosos trancos de piedra para solaz del visitante y aún conserva parte de su empedrado y las piedras que las mujeres utilizaban de lavadero.

     Es curioso observar que frente al pilar brota un segundo caudal de agua que se une a la acequia de la Fuente formando el Brazal de riego Almez.

 
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